Los jóvenes son prácticamente en su totalidad, usuarios de Redes sociales. Han crecido en los últimos años casi en paralelo. Han visto esa tecnología desde edades recientes, y por eso, son auténticos dominadores de terminología y del manejo de las diferentes redes sociales. Con mas peso quizás en FACEBOOK y Twitter, pero con cada vez mas adeptos en las nuevas, como Instagram. Se comunican por ellas, explican sus puntos de vista, muestran lo que le gusta, lo que no, comparten intereses, opiniones. Muestran sus momentos de amigos, de vacaciones. Es su diario abierto para los amigos de su red. Eso puede llegar a ser un peligro también, pero no entraremos en este artículo en esa parte. Lo dejaremos para otro artículo, porque es un tema que da para ello.
El tema que nos ocupa es el CYBERBULLYING, o traducido, el CIBERACOSO. Como decíamos anteriormente, la usan para casi todo, y es un escaparate de lo que piensan y hacen. Por tanto,¿que mejor sitio donde ridiculizar o meterse con personas que no son de su “grupo” o simplemente, agredir a compañeros de clase, amigos o conocidos?. Existen casos prácticamente a diario, donde usuarios de redes sociales, cuelgan fotos sin permiso de sus propietarios, o hacen fotos donde retocan o montan las imágenes, y empiezan a realizar comentarios ofensivos. ¿Cual es el fin?. Pues utilizar la viralidad de las redes sociales, que propagan las noticias rápidamente, para que llegue a muchos usuarios y así, dejar en ridículo a la persona ofendida con mucha gente. Incluso esas fotos en muchas ocasiones, son robadas o captadas con “chantajes”, y en esta última parte, entra la parte mas seria. El acoso sexual de jóvenes amenazados con publicar esas fotos si no acceden a las peticiones que les hacen. Y por no hablar de la parte de comentarios falsos, o amenazantes. Como podemos ver, existe todo un catálogo de tipos de mensajes “acosadores”.
Pero afortunadamente, cada vez mas, tenemos sentencias donde se condena a los artífices de ese acoso, porque los jueces, empiezan a entender claramente el peligro y la indefensión de las víctimas ante este tipo de delitos. Es sencillo hacerlo, y por eso, los artífices de este tipo de delitos, piensan que son bromas o que no pueden “detectarles”, porque crean usuarios falsos. ERROR!!. Como siempre decimos, en Internet no somos anónimos. Se puede realizar la traza de direcciones IP, y detectar perfectamente quien realiza los comentarios. O pedir, llegado el caso, datos de la creación del usuario. Por tanto, el 95% de delitos de este tipo, son fáciles de detectar y coger al “pillo” que piensa que nunca se detectara por Internet su identidad. Ojo, que esto no sale gratis. Numerosas condenas económicas en unos casos, de trabajos sociales en otros, y penales en los mas graves, son cada vez mas frecuentes en nuestro país.
Desde TECNOPERITACIONES hemos dado algunas charlas en Colegios y Asociaciones de Padres, para que sepan como afrontar este tipo de casos, si es que sus hijos los sufren. Y en el caso de los alumnos, informamos siempre que tienen que denunciar si tienen algún tipo de amenaza por redes sociales, les damos normas de como usar correctamente las redes sociales, y sobre todo, les insistimos mucho en que NO SON ANÓNIMOS en Internet. Y que si cometen este tipo de actos contra compañeros o amigos, al final, siempre se logra detectar de donde salen los comentarios. Porque las redes sociales no son anónimas. Los foros no son anónimos. Y es relativamente sencillo para un informático, el poder saber el origen de donde vienen los comentarios.
Nuestra recomendación. Denuncien siempre este tipo de delitos. No lo tomen a broma o chiquillada. Existen casos que han llegado a desenlaces dramáticos, porque se tomó como “travesura” y no se dio la importancia que tienen este tipo de acosos.