18 de abril de 2023
El avance de la tecnología ha llevado a la aparición de un nuevo delito a través de internet y las redes sociales. Se trata de ‘grooming’, una modalidad de extorsión y abuso a menores de edad. En este post dentro de nuestro blog, desde TecnoPeritaciones, ponemos en conocimiento de qué se trata y cómo estar alerta ante un posible caso. De ahí que grooming perito informático, lo podamos ver siempre unidos.
Este delito informático puede tener serias consecuencias en el bienestar mental de las víctimas e incluso llegar a tener ramificaciones trágicas como el asesinato, el abuso sexual efectivo o el ingreso a redes de trata de personas. Para simplificarlo en pocas palabras, se puede definir como «un acoso sexual virtual» dirigido a «niños, niñas y adolescentes», según palabras de Ruben Maldonado, socio y perito informático de nuestra firma.
«Son los distintos mecanismos que utiliza un perverso, un pedófilo o técnicamente un ‘groomer’, que se gana la confianza de los chicos a través de cualquier medio tecnológico para llevar adelante un beneficio sexual. Este tiene que ver con la obtención de algún material como una foto o un video y después con ese mismo material se extorsiona a la víctima», comentó Maldonado.
El proceso se da en cuatro fases.
Hay «dos perfiles de groomer»:
Así, el ‘grooming’ se relaciona con la pornografía infantil, «una problemática que va camino a ser más rentable que el narcotráfico», según Ruben Maldonado. El material puede ser luego difundido en la ‘deep web’ en redes de pedófilos.
Desde TecnoPeritaciones consideramos que «no hay soluciones mágicas» para detectar y luchar contra este delito, pero consideramos que la prevención es la manera más eficaz para cortar el problema de raíz. En ese sentido, la comunicación entre padres e hijos es fundamental.
«El menor no ve los peligros, no porque no quiera sino porque no puede. Por otro lado, hay un mundo adulto que no se ha logrado involucrar en relación a los medios tecnológicos, sobre todo al entorno digital», comenta Maldonado.
Este desconocimiento del tema por parte de los adultos, no solo padres y madres, sino también educadores o agentes policiales y judiciales, lleva a que no estén alerta de la gravedad de la situación.
Cuando los menores, especialmente en la edad adolescente, manifiestan «nerviosismo» si les llega un mensaje de texto o lo ocultan si son interrogados al respecto»; están conectados hasta altas horas de la noche; tienen fluctuaciones notorias en el humor y una baja en el rendimiento escolar, los adultos deben encender sus alarmas ante un posible escenario de ‘grooming’.
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